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Atención al público

Degeneración Macular

DMAE – y Valeda

¿Qué es DMAE?

La DMAE, o degeneración macular asociada a la edad, es una enfermedad degenerativa que afecta la mácula, la zona central de la retina responsable de la agudeza visual. Se trata de la principal causa de ceguera en mayores de 65 años en países desarrollados. La enfermedad tiene dos formas: seca, que progresa lentamente por la acumulación de depósitos, y húmeda, más rápida y con peor pronóstico debido a la formación de vasos sanguíneos anómalos.

La DMAE está vinculada al envejecimiento, predisposición genética (50% de riesgo hereditario) y factores ambientales como el tabaco. Aunque no se puede prevenir completamente, se pueden reducir los riesgos adoptando hábitos saludables y realizando revisiones oculares periódicas.

Síntomas

Los síntomas incluyen pérdida progresiva de la visión central, distorsión de imágenes, percepción de manchas negras y dificultad para reconocer colores. Aunque la DMAE afecta ambos ojos, puede manifestarse de manera asimétrica y la forma húmeda progresa más rápidamente.

Tratamientos

En cuanto a los tratamientos, en Visión Echagüe contamos con la última tecnología para el tratamiento de la maculopatía seca. El tratamiento Valeda es el primer tratamiento aprobado por la Unión Europea para la Degeneración Macular seca usando la Fotobiomodulación (PBM). Gracias a este tratamiento se ha conseguido reducir el número y tamaño de las drusas subretinianas (en un 70% de los casos).

También se han obtenido mejoras en la agudeza visual de los pacientes (visión del detalle de las cosas), en la sensibilidad al contraste visual (habilidad para distinguir entre la figura y el fondo, sobre todo en condiciones de baja iluminación). Se ha observado que disminuye la velocidad de crecimiento de la enfermedad Degeneración Macular asociada a la Edad tipo seca o atrófica. También hay evidencia a favor del tratamiento de casos precoces con la enfermedad en fase drusenoide o intermedia.

Para la forma húmeda, los fármacos antiangiogénicos, administrados por inyecciones intravítreas, inhiben la formación de vasos anómalos, frenando y en algunos casos, recuperando la visión. Iniciar el tratamiento precozmente mejora el pronóstico visual.