¿Cuáles son los peligros de las lentes de contacto en verano?
Nuestros especialistas recomiendan extremar las medidas de conservación e higiene de las lentillas en vacaciones, período en el que aumenta el riesgo de infecciones y lesiones corneales.
¿Sabes cuáles son sus peligros potenciales?
Algunos hábitos en el uso de lentillas pueden conllevar riesgos para la salud ocular, especialmente en los meses de verano, época en la que existen condicionantes que, en los casos más severos, pueden generar graves lesiones corneales.
Ojo al agua
El contacto con el agua, tan habitual en este período, es una las principales puertas de entrada de infecciones oculares importantes en los portadores de lentes de contacto y, por ello, los especialistas recomiendan evitar bañarse con lentillas, así como utilizar productos de desinfección adecuados. En el caso de las piscinas, la infección más devastadora puede ser la queratitis infecciosa por el parásito Acanthamoeba castellanii, que en la mayoría de los casos (más de un 70%) afecta a personas que hacen un uso inadecuado de las lentes de contacto y cuyo riesgo es mayor si hay alguna afectación corneal previa. El diagnóstico precoz es clave en este tipo de infecciones, poco frecuentes, pero que pueden llegar a provocar la pérdida de la visión. En la playa el pronóstico es mejor, ya que el agua del mar tiene antisépticos (yodo), que es beneficioso para nuestro organismo, y hay menos peligro de infecciones que en la piscina.
En cualquier caso, después de una jornada de baño, los especialistas del Instituto recomiendan acudir al oftalmólogo de forma inmediata si se tiene alguno de estos síntomas:
1 – Irritación o enrojecimiento ocular fuera de lo común
2 – Dolor (más allá de molestias)
3 – Visión borrosa
Cuidar la higiene de las lentes de contacto
El uso de lentillas se dispara en vacaciones y, por ello, es importante extremar los hábitos de higiene para evitar complicaciones. En períodos de descanso, aumenta la tendencia a ponerse y quitarse las lentes por lo que las condiciones de higiene pueden ser más precarias. En verano o en cualquiera otra época del año, nuestros especialistas resaltan la importancia de la óptima conservación de las lentillas, sobre todo en las de uso prolongado (semanal o mensual). Asimismo, destacan que la utilización de lentes de contacto implica que el ojo esté tapado y no entre el oxígeno, un aspecto primordial para el buen estado de la córnea, la parte más externa del ojo que permite el paso de luz y protege las estructuras intraoculares. Esta falta de oxígeno puede provocar lesiones, como queratitis o defectos epiteliales corneales, que consiguen minimizarse con tratamientos tópicos (antibióticos y lubricantes), pero que, de complicarse, pueden llegar a requerir en un último extremo un trasplante de córnea.
Visión Echagüe – Un mundo para ver.